Las enfermedades del sistema nervioso son de los padecimientos más comunes en el siglo XXI, sin embargo, los conocimientos que se poseen sobre ellas, son bastante limitados, sobre todo cuando se habla de diagnósticar las mismas. De estas condiciones, la Esclerosis Múltiple es fácilmente uno de los mejores ejemplos, debido a que es considerada una de las más complicadas, ya que, a pesar de conocer sus síntomas y su explicación, su origen sigue siendo desconocido.
La Esclerosis Múltiple, es una enfermedad que parte de lesiones encontradas en la mielina, la capa de naturaleza liposa que se encuentra recubriendo el cerebro y la médula espinal, la cual tiene como fin permitir y facilitar la comunicación entre el cerebro y la médula. Es justamente la importancia de esta capa, la razón por la cual este padecimiento altera la visión, debilita los músculos y los entumece, genera problemas severos de coordinación y afecta el proceso cognitivo.
¿Cómo se puede detectar la Esclerosis Múltiple?
Reconocimiento neurológico. Este procedimiento busca identificar anomalías en los nervios, como efectos en la coordinación y en el equilibrio, en los reflejos, en el habla e incluso en el movimiento de los ojos. De esta manera, se espera concluir si existe o no una lesión en la mielina, así, con la ayuda de otros métodos se logra diagnosticar la Esclerosis.
Antecedentes e Historia Clínica. Se invita a mantener la historia clínica al día, para que en caso de que los síntomas se presenten, estudiarlos y poder tratarlos. Sobre todo si existen antecedentes en la familia, ya que, 1 de cada 10 personas con antecedentes, también padecerá la enfermedad.
Pruebas auditivas y visuales. Este estudio se centra en la colocación de electrodos que miden la rapidez de respuesta de los nervios para estudiar la recepción e interpretación de los mensajes entre el cerebro y la médula, de esta manera, mientras más se tarde, mayor es la desmielinización.
Punción Lumbar. Se busca extraer líquido de la médula espinal para el análisis de su condición, este procedimiento tiende a necesitar de descanso total y una breve recuperación.
Resonancia Magnética (MRI) es un procedimiento completamente indoloro, que utiliza ondas de radio y campos magnéticos para estudiar los tejidos del cuerpo. Este proceso se realiza mediante un escáner, un aparato que no utiliza radiación como otros procedimientos, pero que tiene el fin de estimular los átomos de hidrógeno que se encuentran en el cuerpo, de esta manera, cuando la estimulación cese, se libera energía, la cual, será captada por el aparato, para ser traducida y formar imágenes con ella.
Un MRI es capaz de reproducir imágenes del estado en el cual se encuentra tanto el cerebro como la médula espinal, ofreciendo la posibilidad de observar la mielina e identificar el proceso de desmielinización, en el caso de existir. Este procedimiento hace posible ubicar la mayoría de las lesiones que se pueden presentar en esta capa protectora.
Las enfermedades del sistema nervioso son de los padecimientos más comunes en el siglo XXI, sin embargo, los conocimientos que se poseen sobre ellas, son bastante limitados, sobre todo cuando se habla de diagnósticar las mismas. De estas condiciones, la Esclerosis Múltiple es fácilmente uno de los mejores ejemplos, debido a que es considerada una de las más complicadas, ya que, a pesar de conocer sus síntomas y su explicación, su origen sigue siendo desconocido.
La Esclerosis Múltiple, es una enfermedad que parte de lesiones encontradas en la mielina, la capa de naturaleza liposa que se encuentra recubriendo el cerebro y la médula espinal, la cual tiene como fin permitir y facilitar la comunicación entre el cerebro y la médula. Es justamente la importancia de esta capa, la razón por la cual este padecimiento altera la visión, debilita los músculos y los entumece, genera problemas severos de coordinación y afecta el proceso cognitivo.
¿Cómo se puede detectar la Esclerosis Múltiple?
Reconocimiento neurológico. Este procedimiento busca identificar anomalías en los nervios, como efectos en la coordinación y en el equilibrio, en los reflejos, en el habla e incluso en el movimiento de los ojos. De esta manera, se espera concluir si existe o no una lesión en la mielina, así, con la ayuda de otros métodos se logra diagnosticar la Esclerosis.
Antecedentes e Historia Clínica. Se invita a mantener la historia clínica al día, para que en caso de que los síntomas se presenten, estudiarlos y poder tratarlos. Sobre todo si existen antecedentes en la familia, ya que, 1 de cada 10 personas con antecedentes, también padecerá la enfermedad.
Pruebas auditivas y visuales. Este estudio se centra en la colocación de electrodos que miden la rapidez de respuesta de los nervios para estudiar la recepción e interpretación de los mensajes entre el cerebro y la médula, de esta manera, mientras más se tarde, mayor es la desmielinización.
Punción Lumbar. Se busca extraer líquido de la médula espinal para el análisis de su condición, este procedimiento tiende a necesitar de descanso total y una breve recuperación.
Resonancia Magnética (MRI) es un procedimiento completamente indoloro, que utiliza ondas de radio y campos magnéticos para estudiar los tejidos del cuerpo. Este proceso se realiza mediante un escáner, un aparato que no utiliza radiación como otros procedimientos, pero que tiene el fin de estimular los átomos de hidrógeno que se encuentran en el cuerpo, de esta manera, cuando la estimulación cese, se libera energía, la cual, será captada por el aparato, para ser traducida y formar imágenes con ella.
Un MRI es capaz de reproducir imágenes del estado en el cual se encuentra tanto el cerebro como la médula espinal, ofreciendo la posibilidad de observar la mielina e identificar el proceso de desmielinización, en el caso de existir. Este procedimiento hace posible ubicar la mayoría de las lesiones que se pueden presentar en esta capa protectora.